El 2018 ha comenzado como un año en el que las mujeres se han cansado de sufrir tanta mierda. Los discursos y las reivindicaciones feministas se están colando en las esferas económicas y sociales. Mujeres importantes en Hollywood han tomado iniciativas como el #metoo para dar visibilidad y acabar con el acoso sexual y la desigualdad salarial entre hombres y mujeres en todos los sectores laborales.
Este movimiento se ha trasladado o ha ayudado a dar mayor visibilidad a los movimientos feministas en otros países.
En las últimas semanas se habla por todos lados de la huelga feminista del 8M. Una huelga, que entre otras cuestiones, quiere poner sobre la mesa el tema de la invisibilidad de los cuidados que realizan las mujeres todos los días. Un asunto realmente importante e ignorado por parte de la sociedad.
Siguiendo esta línea, siempre me ha gustado ver el cine como un reflejo de la sociedad del momento y viceversa. Por este motivo, centrándonos en el asunto de los cuidados de las mujeres, me gustaría hablaros de dos películas que tratan este tema y que reivindican a las mujeres que se sacrifican por cuidar a sus familiares.
Me gusta ver crítica social o reflejos de la realidad fuera de lo que suelo llamar «cine de barrio», es decir, películas como Los lunes al sol o Te doy mis ojos. Este tipo de películas son necesarias e importantes, pero no suelen ser de mi gusto por huir de películas de lágrima fácil o crítica evidente. Por ello, he seleccionado Verónica y Lady Bird, una película de terror española y una comedia indie estadounidense para hablaros del tema de los cuidados.
Verónica y Lady Bird son dos películas completamente diferentes que han logrado calar en el público. Ambas películas centran parte de su discurso en cómo las mujeres se sacrifican para mantener a sus familias a flote.
Verónica: madre viuda e hija adolescente
Verónica es sin duda alguna mi película favorita del 2017. La última película de Paco Plaza no es solo una buena película de terror, es un magnífico film en general, independientemente de su género cinematográfico. Es una de las mejores películas rodadas en España en años. Y viendo el éxito internacional, me atrevería a decir que es una de las mejores a nivel mundial.
Verónica es el claro ejemplo de cine de terror con contenido social. Esta película tiene mucho más que decir sobre la vida de las mujeres que muchos dramas sociales que tratan sobre ellas. Es una de las pocas películas que me han hecho llorar de verdad por la triste historia que cuenta. Y quizá sea la única película de terror en la que he empatizado con los personajes.
Verónica trata de una adolescente que es perseguida por un espíritu después de hacer la ouija.
Tras esta simple premisa, se esconde una película que refleja el drama de dos mujeres: Ana, una mujer viuda que no para de trabajar para poder mantener económicamente a sus hijas e hijo; y Verónica, una adolescente a la que le ha tocado crecer demasiado deprisa y debe encargarse de todos los cuidados de sus hermanas y hermano pequeño.
Esta historia dramática podría haber sido tratada por otra directora o director dentro de ese «cine de barrio». En lugar de eso, Paco Plaza nos muestra la realidad de dos mujeres a través de una historia de puro terror, un acierto muy grande.
A continuación os voy a hablar más detalladamente de estas dos mujeres con la intención de poder explicar mejor por qué considero que estos dos personajes son importantes por reflejar la realidad de muchas mujeres y adolescentes.
Ana llega todos los días a casa agotada tras jornadas laborales interminables para que su familia pueda comer y tener un techo bajo el que dormir. Ella es el único sustento económico de una familia con tres hijas y un hijo. Ana refleja a muchas mujeres viudas o que son el único sustento económico de la familia, que deben trabajar todo el día para poder mantenerla pese a no poder verla ni pasar tiempo con ella. Ana es el sustento económico, pero no la que da los cuidados.
Verónica, en cambio, es la que da los cuidados a su familia. Verónica es la hija mayor que debe crecer demasiado deprisa por tener una madre ausente que se pasa todo el día en el trabajo. Verónica no puede hablar con sus amigas al salir de clase, ni puede quedar con ellas ni ir a fiestas, como harían muchas adolescentes porque tiene que cuidar de sus hermanas y de su hermano. Verónica es quien les calienta la comida que la madre les prepara en el trabajo, es quien limpia la casa, es quien baña a su hermano pequeño, la que les lee cuentos antes de acostarse y les da el beso de buenas noches porque Ana llega muy tarde del trabajo.
Ana y Verónica muestran a una mujer y a una adolescente que perfectamente podrías encontrarte paseando por la calle y cuyo drama es real y se siente.
En la película hay una secuencia que se repite dos veces. Al comienzo esta escena te asusta e inquieta porque estás comenzando a ver una película de terror. Cuando la vuelves a ver te hace llorar sin parar, o al menos eso me pasó a mí, al ver a una mujer que te resulta familiar corriendo desesperada porque algo grave les ha pasado a sus hijos. Este cambio de terror a drama se consigue por el acierto de Paco Plaza de dotar a sus personajes de humanidad y realidad y de paso hablar de dos tipos de mujeres cuyo labor no es reconocida por la sociedad.
Lady Bird: una madre como único pilar familiar
La primera película dirigida en solitario por Greta Gerwig es como muchas de las películas que ha protagonizado y como muchas películas de paso del instituto a la universidad. Salvo que en este caso nos encontramos ante una película con unos diálogos mucho más mordaces e interesantes y una representación de las mujeres muy real.
Lady Bird podría ser una película indie estadounidense más del estilo Juno. Por suerte, Greta Gerwig ha dado un paso adelante y nos ha regalado una película sencilla que habla de las mujeres, de su empoderamiento y de cómo algunas deben enfrentarse al mundo con dureza porque no les queda otra.
En este caso voy a centrarme en la figura de la madre, Marion, pues Lady Bird no deja de ser un personaje interesante, aunque sin mucho que aportar a este análisis.
Marion se acerca a la Ana de Verónica por ser el único sustento económico de la familia, pero en nada más.
La madre de Lady Bird es una mujer trabajadora y el único sustento económico de su familia. A su marido le han despedido y seguramente no vuelva a encontrar un trabajo debido a su edad. Por ello, Marion debe asumir el papel de matriarca de la familia y cuidar de ella. Marion, al llegar a casa tras una dura jornada laboral debe enfrentarse a los cuidados que su familia necesita: un marido deprimido por su situación laboral, un hijo que no quiere trabajar y que vive con su novia en su casa y una hija adolescente rebelde.
Marion representa a un tipo de madre que está amargada por todo el peso familiar que debe sostener. La relación que tiene con su hija no es buena, porque le exige mucho con la intención de que su hija llegue a ser la mejor versión posible de sí misma. Y aunque Lady Bird se enfade mucho con su madre, no puede dejar de quererla porque sabe que todo lo que hace lo hace por su bien.
Marion toma muchas decisiones correctas y otras que no lo son, pero nunca lo hace con maldad. En la escena en la que no se despide de su hija en el aeropuerto y vuelve arrepentida dota a este personaje de una humanidad poco vista en el cine y que perfectamente puede recordar a muchas madres, como a la mía, por ejemplo.
Marion es la madre que siempre te ha querido y te querrá y que aunque te exija madurar y llegar a ser la mejor versión de uno mismo, no olvida que un día fuiste su bebé y por ello le cuesta dejarte crecer. Es la madre con la que discutes a todas horas, pero a la que le agradeces en silencio todo lo que ha hecho por ti.
Ana y Marion representan dos tipos de madres muy distintas y reales que se desviven por sus familias. Madres que luchan solas y cuyo trabajo debe ser reconocido.
Breve conclusión
En este análisis hemos visto tres tipos de realidades a las que deben enfrentarse muchas mujeres y adolescentes. Considero que es necesario que el cine y la televisión empiecen a reflejar y dar voz a estas mujeres que en las sombras y sin reconocimiento alguno hacen que funcione el mundo y la sociedad. Debemos dar las gracias a aquellas mujeres que nos ayudan y se dejan la piel día tras día y empezar a visibilizar la grandísima labor que realizan.
este tema me fascina y este artículo se realiza de manera muy comprensivo y profundo. su analisis de veronica sobre todo me interesa; creo que es una peli con vinculos claros con el genero y la feminidad, y el papel de mujeres como cuidadoras. muchas gracias para sus opiniones.