Yorgos Lanthimos vuelve tras la inquietante y sobresaliente El sacrificio de un ciervo sagrado con La favorita, una película en la que el director griego deja a un lado sus influencias más hanekianas para entregarnos la obra más accesible y menos tóxica de toda su filmografía.
Primeras obras que auguraron un gran futuro
Aún recuerdo la primera vez que vi una película de Yorgos Lanthimos, Alps. Durante la proyección me aburrí, me desesperé con esos planos desencuadrados y me violenté con el maltrato hacia las mujeres que mostraba. Salí del cine cabreado y extrañamente entusiasmado.
Desde que vi esa película no he podido quitarme de la cabeza el nombre de Yorgos Lanthimos. Tras Alps vinieron The Lobster y El sacrificio de un ciervo sagrado, dos obras maestras que le convirtieron en uno de mis directores favoritos.
Por estos motivos, La favorita era la película que más esperaba del pasado año. Y he de reconocer que la espera ha merecido la pena.
La favorita es una película hilarante y en ciertos momentos incómoda que destaca por sus interpretaciones y por crear divisiones entre el público por su forma de representar a las mujeres y por las referencias a ciertos directores.
La favorita es la película más feminista y LGTBI de Yorgos Lanthimos
En la nueva película de Yorgos Lanthimos asistimos a las intrigas palaciegas de dos mujeres que luchan por ser la favorita de la reina Anne de Inglaterra. En este contexto, el director griego realiza su película más feminista o al menos con mejor representación de las mujeres.
Tras una filmografía en la que las mujeres eran seres pasivos que recibían todo tipo de violencia, se agradece que el director deje de lado esa forma de representarlas y nos entregue a tres personajes femeninos fuertes.
En La favorita son las mujeres las que mandan y las que asumen el total control de la película, siendo los personajes masculinos anecdóticos o meros objetos para conseguir los fines de sus protagonistas. Un claro ejemplo de esto es la relación del personaje de Abigail, magistralmente interpretado por Emma Stone, y el tipo que intenta seducirla.
De este modo, Yorgos Lanthimos pasa de mostrar mujeres planas a mujeres ricas en matices que ni son pasivas ni seres luminosos. Por una vez en su filmografía ellas tienen el control de sus vidas y no dudan en hacer lo que sea para conseguir sus propósitos, algo muy humano y que si hubiera sido reflejado con hombres no hubiera creado controversia alguna.
Estas mujeres destacan también por vivir su sexualidad de forma natural y disfrutar de sus cuerpos sin la necesidad de los hombres. Todo el sexo mostrado en la película, aunque siempre esté cargado de dinámicas de poder, es más sensual e íntimo cuando se da entre mujeres que cuando interviene un hombre. Además, Lanthimos muestra una homosexualidad intrínseca a sus protagonistas que se desvía de los caminos habituales del cine con representación LGTBI al no ser juzgadas en ningún momento por sus inclinaciones sexuales, algo que personalmente aplaudo.
¿Es La favorita una copia de Barry Lindon? Para mí no
En la filmografía de Yorgos Lanthimos ha habido una serie de directores que han estado presentes de una forma u otra en todas sus películas. Estos autores son Michael Haneke, Stanley Kubrick y Peter Greenaway.
En La favorita el director de Canino deja de lado sus influencias más hanekianas reduciendo al mínimo el uso de la violencia simbólica que tanto gusta a ambos directores. Gracias a esta moderación, Lanthimos pierde toxicidad y hace la película más accesible y divertida de toda su filmografía
En cambio, las sombras de Kubrick y de Greenaway planean con mayor fuerza sobre La favorita. Tanto la ejecución de los planos como la iluminación de la nueva película de Yorgos Lanthimos recuerdan mucho a Barry Lindon y a El contrato del dibujante.
Y aunque algunos quieran ver en La favorita una copia de la famosa película iluminada con velas, Yorgos Lanthimos se distancia de las obras de Kubrick y de Greenaway al despreocuparse de los detalles históricos que tanto les importan a los directores británicos al distorsionar la realidad mostrada a través de los ojos de pez o de un vestuario hecho con tejidos modernos. Esta ausencia de fidelidad histórica también se observa tanto en los diálogos formados por expresiones actuales, por las formas de actuar de los personajes -la secuencia del baile con movimientos que recuerdan a Pulp Fiction es hilarante y desconcertante- como por la canción de Elton John que suena en cierto momento.
Estos son algunos de los motivos por los que considero que el director griego nos ha entregado una obra auténtica y personal.
Conclusión
La favorita es una delicia de película hilarante y grotesca, en la que además de su humor destaca la labor del director griego y las interpretaciones de su trío protagonista.
Con esta película, Yorgos Lanthimos vuelve a demostrar que es uno de los mejores directores de cine vivo. Lo sabe y quiere su reconocimiento mundial, algo que no se le debe echar en cara. Por eso nos ha entregado su película más accesible y quizá más comercial. Aún así no deja de ser una película muy diferente a lo que suele llegar a las carteleras y que gustará a aquellas personas que busquen un cine diferente.